COMPROMISO CON LA SALUD

Para garantizar el derecho a la salud, el Estado creará, ejercerá la rectoría y gestionará un sistema público nacional de salud, de carácter intersectorial, descentralizado y participativo, integrado al sistema de seguridad social, regido por los principios de gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social y solidaridad. El sistema público de salud dará prioridad a la promoción de la salud y a la prevención de las enfermedades, garantizando tratamiento oportuno y rehabilitación de calidad. Los bienes y servicios públicos de salud son propiedad del Estado y no podrán ser privatizados. La comunidad organizada tiene el derecho y el deber de participar en la toma de decisiones sobre la planificación, ejecución y control de la política específica en las instituciones públicas de salud.

martes, 9 de marzo de 2010

Salvadoras y discretas:Nuevas técnicas de neurocirugía

Diario El Carabobeño

Especial de cirugías
Salvadoras y discretas:Nuevas técnicas de neurocirugía

María de los Ángeles Martínez

 
José Rafael Kranwinkle es un joven de 28 años de edad que ha sido intervenido quirúrgicamente nueve veces. Desde hace 12 años tenía un gran tumor en la cabeza aunque afortunadamente no son muchas las cicatrices que tiene en su cuerpo como recordatorio. Las pocas que le han quedado son particulares: pequeñas y casi ni se ven, pues se ocultan entre sus cabellos.

 
La razón: la endoscopia. No se trataba de la extracción de algún órgano del cuerpo, como la apéndice o la vesícula. Los procedimientos quirúrgicos a los cuales se ha sometido Kranwinkle han sido en el cerebro, similares por algunos de los instrumentos utilizados, pero con factores más complejos y de mayor riesgo.

 
Estas intervenciones son conocidas como cirugías mínimamente invasivas. Resuelven varios problemas médicos en cráneo. A simple vista pareciera una innovación más, sin embargo, existe una característica para que esta novedad sobresalga: Ni siquiera es necesario hacer algún tipo de perforación debido a que pueden ser ejecutadas a través de los orificios naturales del cuerpo humano.

Cuando se procede de este modo son dos las opciones: operar por la nariz o por la boca, o como se diría técnicamente, por vía endonasal o transoral; pero nunca por el oído, órgano que estructuralmente impide el acceso de algún objeto al interior. Cualquier cosa que se intente introducir se quedaría atascado, lo que hace muy difícil -por no decir imposible- proceder a través de ese medio. Además los riesgos de infección serían mayores.

 
Esta práctica a pesar de ser un ideal tanto para los médicos como para los pacientes, no está muy arraigada en Latinoamérica, es más -dejando a un lado a Brasil- es Venezuela el único país de la región sur del continente donde se está efectuando. El hombre que trajo esta innovación, no sólo al estado Carabobo, sino al país, es el neurocirujano Luis Iván Jara, quien adquirió el entrenamiento con expertos en Francia, Alemania y Brasil.

 
Extracción de tumores y quistes, curación de la hidrocefalia y del Mal de Parkinson, terapia del dolor y braquiterapia, son algunos de los procedimientos que pueden efectuarse de forma mínimamente invasiva, haciendo que los pacientes dejen a un lado la preocupación por las grandes cicatrices.

 
Con intervenciones endoscópicas se disminuyen los riesgos de las cirugías neurológicas tradicionales. A los dos días las personas pueden ser dadas de alta para que culminen la recuperación en su hogar.

 
Médicos en acción

 
Cuando la cirugía no puede efectuarse por la nariz o la boca, el médico hace los hoyuelos. "En estos casos se abre la piel y se expone el cráneo para perforarlo y abrir paso directo hacia el cerebro, luego de traspasar la membrana que lo recubre llamada duramadre".

 
- Algunos abordajes pueden hacerse a través de las cejas para que la cicatriz no se vea, cuando los tumores están ubicados en el techo orbitario. Otros se hacen en la zona precordal, para entrar al ventrículo encefálico y llegar a las cavidades huecas donde circula líquido cefalorraquídeo. También se opera desde la región retroauricular, detrás de las orejas, porque desde allí es más fácil acceder al cerebro. La ventaja de la vía endoscópica es que las intervenciones resultan "mucho más expeditas, directas y controlables. Mientras que con el uso de un neuronavegador -aparato con el que es posible ver de manera virtual y en tiempo real el interior del cráneo- se escoge cuál de las estructuras vasculares tiene menor riesgo, evitándose las hemorragias y las complicaciones.

 
Antes de las intervenciones, se ejecutan unos pasos para garantizar el éxito de la cirugía. En la fase preoperatoria el neurocirujano indica una tomografía y una resonancia. Los resultados son procesados digitalmente e introducidos en un software especial, creado por el doctor Jara y un grupo de ingenieros de la Universidad de Carabobo.

 
- Ese programa computarizado es parte de un equipo médico denominado "Neuropanácea", el cual es un explorador cerebral que cumple la misma función de un Sistema de Ubicación Satelital (GPS). Este dispositivo permite conocer cómo está el interior del cerebro porque cuando hay cirugías previas, cambian la anatomía y las estructuras vasculares. Con este instrumento se efectúa un "preplan", se determina la ruta por la cual deberá pasar el endoscopio para llegar hasta el objetivo. Cumplido el procedimiento necesario para evitar cortar alguna arteria y generar sangramiento, el paciente ingresa al quirófano. El tiempo de la intervención dependerá de cada caso, desde noventa minutos hasta cinco y diez horas.
 
Artículo publicado el: 04/03/10
Enviado por: Yonis
Email: yonisyanez@gmail.com